10 Utensilios de Cocina Esenciales para tu Primera Cocina
Si estás pensando en irte a vivir solo(a) o te acabas de ir de casa de tus padres, una de las zonas de tu nuevo hogar que más puede abrumarte es la cocina.
Cuando pasamos a ser seres independientes nos damos cuenta que hemos dado por sentado un montón de cosas que teníamos para preparar cualquier comida: Desde cosas tan básicas como platos y cucharas hasta el exprimidor de jugos.
Si bien comprar utensilios para tu primera cocina requiere una inversión inicial, tener equipada tu cocina es vital para ahorrar, ya que comer 3 veces al día de la calle es sumamente costoso, cuando lo comparas a comidas de ingredientes similares o mejor calidad hechas en casa.
Hay un sinnúmero de utensilios que puedes comprar. Sin embargo, en este primer artículo de la nueva serie Mi Primera Cocina, estaremos hablando solo de los 10 esenciales. Con estos puedes preparar comidas básicas, y a medida que tu presupuesto lo permita, puedes ir agregando más utensilios a tu arsenal.
Un buen cuchillo y afilador
Muchos hemos caído en la trampa del famoso bloque de madera con cuchillos. ¡No lo hagas! Es tentador y aparenta ser una buena decisión porque te da muchos tipos de cuchillos a un precio accesible, pero ahí es donde está el problema.
Ningún cuchillo en ese juego económico es de alta calidad, y al final tienes un juego de cuchillos inservibles que de lo único que sirve es de adorno en tu cocina. Que asumiendo es tu primera cocina, cada metro cuadrado es vital y estás desperdiciando ese espacio en este inútil pedazo de bloque.
Así que ahórrate el tiempo y compra solo un cuchillo. De ser posible y si en la tienda te lo permiten, revisa que sea de un tamaño que se adapte a tu mano, que no sea muy grande ni muy pequeño para que lo puedas maniobrar. Puedes preguntar por un cuchillo de chef. En esta etapa, solo necesitas un buen cuchillo para poder picar vegetales, carnes y demás. Y ya que estás comprando solo uno, trata de invertirle un poco más de dinero si tu presupuesto lo permite. No es necesario que compres cuchillos de $100, pero trata que sea más de $10, para que te dure por mucho tiempo.
Evita los cuchillos de cerámica, porque es difícil afilarlos, y son más frágiles que un buen cuchillo de chef de acero.
Y por supuesto, debe ir acompañado de un afilador. Puedes tener el mejor cuchillo del mundo, pero por el uso se va a desafilar y si no lo afilas, es un accidente esperando pasar, porque vas a requerir mayor esfuerzo y maniobra para atinarle a la zanahoria y no a tu dedo.
Opta por los afiladores manuales, que parecen un florete. Hacen bien el trabajo y cuestan una fracción de lo que un afilador eléctrico.
Dos tablas de picar
Hablando de accidentes esperando pasar…No compres tabla de vidrio. No sé por qué en algún punto eso se puso de moda y no tiene ningún sentido. Desafila tu cuchillo, hace muchísimo ruido y puede quebrarse si picas con mucha fuerza, además que es súper resbalosa al lavar y por ser solo una tabla, se te puede escapar de las manos.
Así que las opciones son madera o plástico. Mucho se ha hablado del tema por la cantidad de bacterias que acumula cada superficie. Sí considero que es una preocupación importante, pero adicional a eso creo que hay otros factores a considerar: La duración, tu salud y el ambiente.
Por eso prefiero las tablas de madera. Duran más que las de plástico, y a diferencia de éstas, se pueden tratar para que duren más.
Las de plástico también por el uso y estarles picando, pueden soltar partículas de plástico, que puedes terminar comiendo y al final de su vida útil, van a la basura donde demoran cientos de años en descomponerse.
Así que si te es posible, elige madera y compra dos: Una para frutas /vegetales y otra para carnes. Elígelas de formas o tamaños distintos para que no te confundas de cuál es cuál.
Sartén mediano
El tamaño del sartén que vas a necesitar va a depender mucho de si estás tú por tu cuenta o si tienes una familia. Si eres solo tú o tú con tu pareja, el sartén mediano puede ser la mejor opción para esta primera etapa.
Te sirve para sacar fácilmente dos porciones, no ocupa mucho espacio y es súper versátil. Con un sartén puedes hacer carnes o pollo, huevos revueltos, pancakes, freír alimentos, saltear vegetales. La lista no acaba.
Si puedes costearlo, opta por sartenes de acero inoxidable. Son un poco más costosos que los de teflón, pero un sartén de acero inoxidable te puede durar toda la vida si lo cuidas. Con el teflón cada cierto tiempo tienes que estarlo cambiando porque pierde la cubierta antiadherente y presenta un riesgo para tu salud.
Otra buena opción es un sartén de hierro fundido, que también te durará toda la vida e incluso podrás meter al horno, suelen estar a un precio accesible. Mi única recomendación con un sartén de hierro fundido, es que tomes en cuenta hay que hacerle un curado especial, cocinando inicialmente comidas con aceite en él para que cree una cubierta antiadherente. En otro artículo voy a estar hablando más sobre este curado.
Olla mediana
Con una olla mediana puedes preparar guisos, cocer pasta, arroz, frijoles, lentejas y otros granos, preparar avena, hacer sopas y más. Existen opciones de acero inoxidable, aluminio (que suelen ser más económicas), cerámica, hierro fundido.
Nuevamente te recomiendo evites las de teflón y prefieras si te es posible, una opción más duradera a largo plazo, aunque sea un poco más costosa inicialmente.
Bandeja para horno
Si empiezas con un sartén, una olla y la bandeja para horno, vas a solucionar todas tus comidas. Al momento de elegir entre una bandeja plana y una bandeja con un poco de profundidad, te recomiendo una honda para empezar.
Con una honda podrás preparar lasañas, cacerolas, pollo al horno, pasteles y otros postres, hornear vegetales y pescados. Si solo eres tú o tú y tu pareja, opta por las bandejas medianas, porque te dan flexibilidad para preparar varias porciones pero sin ser tan grandes que te roben mucho espacio al guardar o fregar.
Voy a volverlo a mencionar: Evita en lo posible el teflón. Existen bandejas de vidrio, de cerámica, barro e incluso de acero inoxidable. Busca siempre materiales que te vayan a durar en el largo plazo.
Palitas
Si solo pudiese empezar con 3 tipos de palita elegiría las siguientes: una pinza, una espátula y una cuchara. ¿Tienes la opción de comprar más? ¡Excelente! Pero si no…con estas tres puedes cocinar tranquilamente.
La pinza te servirá para voltear carne o pollo, manejar frituras y sacar verduras de una sopa.
La espátula te ayudará a girar pescados, pancakes, huevos fritos, emparedados o servir lasaña.
La cuchara para guisos, caldos o sopas, frijoles o servir arroz.
Ten en cuenta que si tienes sartenes de teflón, tus palitas deberán ser de madera. Si tus sartenes son de metal, no hay problema en usar palitas de acero inoxidable.
En la medida de lo posible, evita el plástico o las de silicona, ya que se pueden derretir al usar en la estufa con sartenes o comida hirviendo. Las de madera o metal te durarán por mucho más tiempo.
Sé que hay más en ese tipo de utensilios que puedes adquirir, y voy a dejar varios de ellos para el próximo artículo, porque si bien son útiles, no son indispensables. Y también hay otros que pueden incluso ser ociosos y no usarás más de una vez.
Juego de cuencos (bowls)
Quizá a estas alturas lo has notado, pero soy fanática del acero inoxidable. Creo que es un material muy práctico, higiénico e incluso estético.
Hay cuencos de plástico, vidrio y porcelana. Sin embargo, el acero inoxidable se limpia muy fácil, si se te resbala no se quiebra (a diferencia del vidrio y porcelana), y es más higiénico que el plástico, porque no agarra olores ni se mancha al no ser un material poroso.
De ser posible, elige bowls que vengan con tapas, ya que te permitirá usarlo para guardar lo que sobre.
Los bowls los vas a usar para mezclar pasteles, masas o panes, lavar y servir ensaladas, picos de gallo, salsas, batir huevos y más. También es buena práctica en la cocina usar un bowl para ir recolectando todos los restos de basura que salen de vegetales, frutas y/o huesos que van saliendo a medida que preparas tus platillos, para no tener un desastre en la cocina ni tener que ir al basurero cada 2 minutos.
Abrelatas
Otro utensilio esencial (y que parece no serlo hasta que te das cuenta que tu lata no tiene abre fácil) es el abrelatas. Si bien hay latas que traen abre fácil, normalmente son más caras que las latas sin él.
Así que te servirá para vegetales, salsas, atún y todo lo que consigas enlatado.
Si tienes la posibilidad, elige un abrelatas de buena marca porque los abre latas muy económicos suelen oxidarse con facilidad. No es necesario nada extravagante, ni abrelatas eléctrico, solo uno que tenga un buen mecanismo y que no requieras mucha fuerza para abrir tu lata sin que se despedace.
Pelador
Al igual que el abrelatas, opta por uno de una marca que te vaya a servir más de 2 usadas. ¿De qué sirve un pelador económico si solo te dura un uso?
Te servirá para papas, zanahorias, pepinos, zuccinis, manzanas y básicamente cualquier cosa a la que quieras quitarle la cáscara.
Y en lo que compras rallador, te puede servir para “pelar” queso, chocolate y otros.
Recipientes para guardar comida
Por último, pero no menos importante: ¡Recipientes! Probablemente no quieras cocinar diario y quieres guardar porciones para el día siguiente o el transcurso de la semana. O bien, te sobró un poco y quieres guardarlo.
Sea cual sea el caso, vas a necesitar recipientes. En un mundo ideal, te recomendaría los moldes de vidrio, y si te es posible, ¡hazlo! No guardan olores, no se manchan y tu comida durará fresca más tiempo, además que mientras no se te rompan te durarán toda la vida.
Sin embargo, si tienes un presupuesto apretado, plástico te funcionará bien. Solamente verifica que sea libre de BPA y seguro para alimentos. Trata de no colocar comida caliente, ya que puede manchar tus vasijas y calienta siempre en un plato o molde de cerámica o vidrio y no directo en la vasija de plástico.
¿Se nos queda algo?
¿Hay algo más que consideres un utensilio de cocina esencial que no mencionamos? ¿Cuáles fueron los primeros utensilios de cocina que compraste al independizarte? ¡Te leemos!